Tu paracaídas.

Quizás saltaste demasiado pronto al vacío, o igual es que confiaste en la persona equivocada para que abriera tu paracaídas y te salvara la vida.

Viniste a salvarme de todo y ni te dejé, ni te di una cuarta parte de todo lo que me diste, Soy la manzana podrida que estropea el resto de la cesta, la que en lugar de dejar que la saquen a flote hunde al resto de la tripulación. De nada sirve dar las gracias a los participantes de este juego que no lleva nunca a nada bueno, que ni divierte, ni entretiene. Este juego que ahora admite únicamente un jugador. Solitario. Ahora él juega solo y gana, o se hunde, pero no salpica a nadie. Mejor así.

Esto es un lo siento en toda regla, un no vuelvas, un no sé ni por qué viniste, por qué te llamé, un no merece la pena que vuelvas a luchar por encontrar a alguien que ya está totalmente perdido.