Survive.

 

 Diverida, risueña, enamoradiza, cariñosa, coqueta y presumida; solían describirla a la perfección.
Ahora, puesta frente al espejo apenas es capaz de reconocer a la persona que tiene delante, busca entre sus rasgos esa sonrisa picarona que tanto gustaba a todo el mundo, el brillo de sus ojos que se ha ido apagando con el tiempo y las ganas de salir y vivir que se disipan entre lágrimas y días grises.
La inseguridad se apodera de ella al calzarse unos tacones, le horroriza la idea de estar arriba, de poder destacar.
Le da miedo salir, llamar la atención, no quiere tener que dar explicaciones si en algún momento se le saltan las lágrimas, no entiende por qué todos los que estaban dispuestos a reír con ella ahora no están para hacer que deje de llorar.
No quiere molestar, llorará sola, así no dará problemas.
Se he propuesto sobrevivir y dejar de vivir, aunque no sea eso lo que quiere.