Me sé de memoria cada grieta de mi cuarto, el perfecto orden la la colección de libros que descansa en aquella estantería vieja y el intervalo de tiempo que hay entre cada "tic" y "tac" del reloj que hay sobre mi escritorio.
Apenas quedan restos de ese sol tímido de invierno que intenta colarse por mi ventana. Como todos, él también se va, se marcha y me deja un día más sola, esperando a que la noche venga a acompañarme. Me consuela saber que mañana, él si volverá, que apenas tendré que echarle de menos unas horas.
Saber que él volverá es una suerte, ojalá pudiera decir lo mismo :)
ResponderEliminarEs muy triste pero, aunque hables de soledad y de despedida incluso esos sentimientos, tener la posibilidad de experimentarlos aunque duelan nos demuestra que somos personas que sienten y escriben cosas como las que tú reflejas en tu blog.
ResponderEliminarMe gusta. Te sigo :)
Gracias a los dos por comentar, me alegro de que guste <3.
ResponderEliminarBuah, me encanta tu blog!!! Sigue así, escribiendo!
ResponderEliminarQue mola salir de la uni y ponerme a leer tu blog para desconectar un poco.
Siempre consigue sacarme alguna que otra sonrisa, jajaj asi qe no dejes nunca de escribir!!! :)
Gracias, de verdad :').
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