martes, 6 de marzo de 2012
Odio.
El dolor se hace cada vez más insoportable, no aguanto el ardor que los arañazos producen en mi piel. La rabia contenida opta por salir y es difícil controlarla; cuando al fin lo consigues, te das cuenta de que todo a pasado. Los destrozos causados por el huracán de gritos, alaridos y golpes son casi irreparables. Se ha llevado todo a su paso. Ahora, arrepentirse de no haber tenido el valor ni la fuerza suficiente para frenarlo no sirve de nada. Una vez ha pasado todo, hacen falta semanas e incluso meses para poder construir lo que se derrumbó en a penas un par de minutos.
Orgullosa ella, débil tú, sabe que una vez lo ha conseguido, podrá volver a hacerlo, sabe tus puntos débiles, te conoce mejor que nadie, al fin y al cabo forma parte de ti. Eres tú la paciente y, a la vez, causante de todo. Y a pesar de lo que piensen es complicado, por mucho que digan, resulta difícil cuando se trata de luchar contra uno mismo. Todo se complica cuando tú eres tu peor enemigo.
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Me encanta tu blog, hermoso. Y en cuanto a la entrada hasta en ella escribes la solucion. Solo el tiempo podra reconstruir el derrumbe.
ResponderEliminarSuerte.