Sigo en pie.

Salió tras él después de aquel portazo. Sabía que había cometido un error y no dudó en tratar de reparar los daños antes de que fuera demasiado tarde.
Una vez en la calle, correr no sirvió de nada. Todas las calles próximas estaban vacías, tan rápido como su manos heladas le permitían, marcó su número, después de una espera no demasiado larga pero que pareció eterna, su voz sonó al otro lado del teléfono. "Lo siento" dijo ella.

No podía evitar llorar, no podía hacer que su mal genio y sus pocas ganas de reír arruinaran lo único que la mantenía en pie desde hace meses.
No era capaz de decir nada cuando todo la molía por dentro, no conseguí explicar nada cuando todo se le venía encima, Solo quería evitar que todo aquello destrozara su soporte, no imaginaba que sería de ella sin él.
Colgó y se quedó sentada es las escaleras; lo único que quería era volver atrás o que él apareciera en aquella puerta para darle las buenas noches.
"No estés mal" dijo antes de acabar la conversación, "estaré bien"contestó ella.